Se notaba que no era un partido más cuando apareció Emilio Amavisca por el municipal Alberto Fernández. El campeón olímpico en Barcelona 1992 acaparaba los 'flashes' de los presentes, aunque algún joven le preguntaba quién era y en qué equipo había jugado. A lo que el cántabro respondió «pues en el mejor equipo del mundo, el Real Madrid». Presumió de madridismo por Aguilar, aunque una lesión le impidió saltar al césped y ayudar a su equipo. Fue en representación de su equipo, al igual que hizo lo propio el histórico portero Miguel Ángel, aunque Amavisca acaparó más tertulias por eso de haberse retirado más reciente.
Eso era lo que se murmuraba en la grada. En el campo, los focos iban a Congo, Balboa y Codina. Hace poco disfrutaban del Santiago Bernabéu y eso lo sabían los más jóvenes, que se fijaban en sus todavía características deportivas. Incluso alguno bromeaba y aseguraba que Congo, campeón de la Champions en 2002, jugaba mejor ahora que cuando vestía la camiseta blanca. Hasta tal punto no llegaba esa afirmación, aunque la mordiente del Madrid en la delantera con el colombiano, Balboa y Morán, que recordaba a ese jugador que consiguió el ascenso a Primera con el Racing de Santander, era lo más destacado.
Por el Valladolid también había grandes ilustres del fútbol nacional y eso se notó en el terreno de juego. Torres Gómez, Juan Carlos, Turiel, Alberto, Chuchi Macón, Soto demostraron, aunque suene a tópico en estas crónicas, que el tiempo no pasa por sus piernas. Derrocharon calidad y eso sirvió para doblegar a un Real Madrid más entrado en años.
Abrazos entre todos los jugadores (en muchas ocasiones rivales hace unas décadas) para ovacionar a un mítico del fútbol nacional y provincial como Chus Landáburu. El excentrocampista del Rayo Vallecano, Barcelona, Atlético de Madrid y Valladolid recibió el cariño de todos los aficionados y efectuó el saque de honor ante un multitudinario aplauso de seguidores y jugadores. Entre lo anecdótico también se encontraba la vuelta a la provincia de referentes del fútbol palentino como Alberto Serrano (capitán del Club de Fútbol Palencia y Deportivo), Santi Sedano (aunque no jugó) y Emilio, delantero que vistió la camiseta del CF. Palencia y el Cristo. Precisamente, el vallisoletano fue el mejor del encuentro al anotar tres de los cinco goles de su equipo. Se mostró muy activo y pudo con una defensa más longeva hasta que fue sustituido por Alberto (también jugó en el Palencia en su recta final).
Miles de anécdotas para devolver la esencia de este prestigioso torneo estival al trono que tenía.
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